Salvador: Una Interpretación Americana de la Guerra Civil

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Esta semana me centraré en El Salvador y en las diferentes perspectivas de lo que sucedió en la guerra civil. Como pueden ver, esta película es totalmente estadounidense porque El Salvador no tiene una industria de cine muy grande. Pero no se preocupen, la próxima película es una coproducción mexicano-salvadoreña.

Sinopsis

Salvador (1986) cuenta la historia verdadera del periodista Richard Boyle, que tras enfrentarse al desalojo y la pobreza en los Estados Unidos, decide ir a El Salvador para cubrir la guerra civil. Una vez allí, ve por fin los horrores que ha cometido el Estado norteamericano y decide salvar a su novia salvadoreña.

La Guerra Civil de El Salvador

Presidente Molina

En 1972, la democracia en El Salvador había llegado a su fin. En unas elecciones polémicas, el partido del centro-derecha, el PCN, y su candidato, el coronel Arturo Armando Molina, fueron elegidos. Se produjeron protestas y un intento de golpe de estado, pero no sirvió de nada. Molina fue presidente, pero se sintió inseguro por el intento de golpe y las acusaciones de corrupción. Ordenó a los militares que ocuparan tres campus de la Universidad de El Salvador entre 1972 y 1973 y silenció las protestas en San Salvador y Santa Ana, provocando 37 muertos. En 1975, las Fuerzas Armadas de Liberación Anticomunista (FALANGE) surgieron como ejemplo de la nueva cruzada contra la izquierda.

En 1976, las tensiones eran altas. El PCN asesinó a 50 manifestantes de la oposición en lo que se conocería como la masacre de la Plaza Libertad y los Estados Unidos facilitaron parte de esta violencia. Para no parecer benévolo con el comunismo, Carter cedió en ocasiones a la derecha enviando ayuda militar y asesores a los militares salvadoreños que utilizaban escuadrones de la muerte. 

Miembros del FMLN

El presidente Romero del PCN promulgó una nueva ley, conocida como Ley de Defensa y Garantía del Orden Público que otorgaba al Estado el derecho de arrestar a cualquier persona que se sospechaba de ser subversiva. Muchos grupos guerrilleros se formaron tras dos episodios traumáticos en el país. El asesinato del arzobispo Oscar Romero conmocionó al país. Inicialmente conservador, se convirtió en un gran defensor de la teología de la liberación cuando su amigo íntimo,el sacerdote Rotulio Grande, fue asesinado. Eso, junto con la violación y el asesinato de cuatro mujeres de la iglesia en noviembre de 1980, llevó a la administración Carter a suspender temporalmente la ayuda militar, pero lo de Reagan fue una historia diferente. Mientras que Carter había suministrado menos de 6 millones de dólares en ayuda militar, Reagan y Bush proporcionaron más de 4.000 millones. En 1981, la violencia era habitual. La Masacre de El Mozote dejó 900 civiles muertos a manos de soldados entrenados por los Estados Unidos y en 1982 había 30.000 muertos y casi 600.000 refugiados en El Salvador. 

Roberto D’Aubuisson

Aunque Reagan apoyó al partido moderado, envió ayuda cuando Roberto D’Aubuisson, el antiguo jefe de ORDEN, el escuadrón de la muerte, fue elegido presidente con ARENA, su partido Neo-Nazi e inspirado en Trujillo. A mediados de los 80, el grupo guerrillero FMLN había crecido hasta los 12.000 miembros y los enfrentamientos violentos aumentaron, aunque la Comisión de la Verdad de la ONU de 1993 encontró que sólo el 5% de las denuncias eran contra la guerrilla, demostrando que el papel del gobierno en la perpetración de crímenes contra la humanidad era mucho mayor. Aunque a finales de los años 80 se produjo finalmente el regreso de los partidos moderados, ARENA no perdió su influencia y los efectos de esta violencia tendrían repercusiones hasta hoy.

Criticando las Políticas Estadounidenses

Salvador

Como persona, Oliver Stone estaba amargado por lo que consideraba una juventud desperdiciada luchando en la guerra de Vietnam. Su indignación por la paranoia violenta del gobierno estadounidense es evidente en toda su obra. Uno de los mayores logros de su película es mostrar la ridiculez de las razones de los Estados Unidos para intervenir. Cuando Boyle entrega a los funcionarios estadounidenses las fotos que tomó durante su estancia en el FMLN, demuestra que este grupo guerrillero no es una amenaza internacional. A diferencia de lo que han sugerido los rumores, no están apoyados por Moscú, no tienen armamento avanzado y son pequeños en número. Estos hechos no contribuyen a la furia y la paranoia del gobierno estadounidense. La película también expone la hipocresía de las administraciones estadounidenses, sean demócratas o republicanas. Uno de los últimos vestigios de la administración Carter es el embajador que al final se enfrenta a los reaganistas, pero que al principio es recibido con desconfianza. Cuando Boyle intenta conseguir una cédula para su novia salvadoreña, el embajador le dice que eso es imposible. Durante demasiado tiempo, el embajador permanece voluntariamente ignorante de los crímenes del gobierno salvadoreño y, por eso, responde a estas preocupaciones con la mínima urgencia. Aunque Stone muestra que hay marcadas diferencias entre una administración Carter y una administración Reagan, está en la esencia de los Estados Unidos permitir que las fuerzas oscuras y empíricas guíen a su gobierno.

Un Retrato Incompleto de los Salvadoreños

Salvador

El disgusto de Stone con el gobierno estadounidense, aunque conmovedor, le lleva a menudo a olvidarse de cómo se sienten las víctimas de la agresión estadounidense y a centrarse simplemente en hacer que el gobierno se vea mal. Por ello, Salvador deja mucho que desear en cómo retrata al pueblo salvadoreño. Los estadounidenses y los poderosos salvadoreños parecen ocupar el centro del escenario en lugar de los compatriotas comunes y corrientes afectados por la guerra. Por ejemplo, los principales acontecimientos históricos recogidos en la película son el asesinato de las monjas estadounidenses, el asesinato de John Hoagland (John Cassidy en la película) y el asesinato del arzobispo Romero. Aunque estos son acontecimientos importantes, no se habla de otros igualmente importantes como la Masacre de El Mozote. Las vidas ordinarias de los salvadoreños no se describen con el mismo nivel de importancia que las muertes de los estadounidenses ni algún personaje público. Incluso los personajes salvadoreños comunes y corrientes que se representan dejan mucho que desear. Cuando el amigo de Boyle, Rock y el hermano de su novia son arrestados, sabemos mucho sobre Rock pero casi nada sobre el cuñado de Boyle. Rock consigue salir pero el cuñado de Boyle no. Sólo conocemos al personaje brevemente y la siguiente vez que lo vemos, está muerto. Esto podría haber sido un momento de pérdida realmente impactante para la audiencia, pero el hecho es que su muerte no es diferente a la de un extraño. La novia de Boyle también está incompleta y no entendemos sus motivaciones para estar con Boyle ni sus motivaciones para dejarlo al final. Al final, la película sirve como una historia triste sobre cómo el gobierno estadounidense perjudicó a Richard Boyle y, por defecto, al pueblo salvadoreño.

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