¿Soy Cuba? La Historia de la Única Coproducción Cubano-Soviética

For the English version, click here

Sinopsis

Soy Cuba (1964) es una película de propaganda antológica dividida en cuatro partes que cuenta la historia de su pasado reaccionario y su presente revolucionario. Las dos primeras partes se desarrollan en la época de Batista. La primera historia sigue a un vendedor de fruta y a su novia, que le oculta su trabajo como prostituta, y la segunda a un anciano que pierde su terreno a manos de la United Fruit Company. Las dos últimas partes describen la rebelión del pueblo contra Batista. La tercera historia sigue a un estudiante universitario que se involucra en un movimiento revolucionario y la última historia sigue a un campesino reticente que se une a la causa rebelde.

Martin Scorsese dijo una vez que si hubiera visto Soy Cuba cuando era más joven, habría sido un cineasta muy diferente. Es un gran elogio de un director que posiblemente ha dirigido diez películas que han cambiado la trayectoria de las vidas de muchos directores. Entonces, ¿por qué esta película estuvo a punto de perderse durante 40 años? El problema es sencillo: el título. Cuando se estrenó, frecuentemente olvidada, fue objeto de un debate muy animado. ¿Esta película es realmente cubana o es una mirada deformada a la isla a través de una lente rusa? Incluso el coguionista cubano Enrique Pineda consideró que la película era un desastre melodramático, mientras que otros críticos cubanos pensaron que la fotografía superaba al guión. El baile de cámaras creó un circo y no captó la realidad. Por su parte, los críticos rusos tampoco encontraron la película especialmente rusa y la consideraron demasiado idealista y favorable a las clases burguesas de la Cuba de Batista. Como dijo uno de los miembros del equipo de la película, no se entendían.

De repente, una película que debía ser vista por todo el mundo como una colaboración triunfante en la creación de un nuevo mundo socialista, se convirtió en un artefacto vergonzoso que había que ocultar. No fue hasta la caída de la Unión Soviética que se dio a conocer al mundo occidente y cuando los directores Martin Scorsese y Francis Ford Coppola la vieron en el Festival de Cine de San Francisco de 1993, decidieron remasterizarla. Para entender cómo se convirtió en la joya oculta favorita de Occidente, es importante remontarse a su fundación. 

Salut Les Cubains de Agnes Varda

Cuando Castro y sus rebeldes derrotaron a Fulgencio Batista y establecieron su gobierno revolucionario, uno de sus primeros decretos fue la creación del ICAIC, el instituto cinematográfico del país. Directores, actores, escritores y muchos más aprendieron e inventaron a medida que avanzaban con la ayuda de gente como el Che Guevara, cuya historia sirvió como inspiración para la primera película de la Cuba revolucionaria, Historias de la Revolución, de Tomás Gutiérrez Alea. Pronto directores izquierdistas como Agnes Varda y Jean-Luc Godard vinieron a filmar en el país. Los cineastas cubanos se alinearon con la Nueva Ola francesa, el neorrealismo italiano e incluso el Cinema Novo brasileño, pero no con el cine ruso. Cuba no tenía vínculos políticos, culturales ni artísticos con Rusia, pero el embargo de los Estados Unidos pronto hizo prácticamente imposible la colaboración con cualquier país de occidente.

La aparición repentina de Cuba en la lista de enemigos de los Estados Unidos cimentó su amistad inesperada con la Unión Soviética. El gobierno soviético tuvo la idea de celebrar esta amistad con la primera coproducción entre los dos países y recomendó a Mikhail Kalatazov. Kalatazov era un director respetado en Oriente y Occidente y, tras ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes por Cuando Pasan las Cigüeñas, tenía carta blanca.

Cuando viajó a Cuba, llevó a tres colaboradores importantes. Su guionista, Yevgeny Yevtushenko, era considerado como el mayor poeta soviético contemporáneo, su director de fotografía, Sergey Urusevsky, había trabajado con Kalatazov en sus tres películas anteriores, y Bella Friedman, esposa de Urusevsky y asistente de dirección para la producción, aportó el toque humano. Ella se encargó de hablar con cubanos verdaderos y de elegir a los no-actores adecuados para la película. A diferencia de Friedman, Kalatazov mantuvo la distancia con el pueblo cubano. Pineda comentó más tarde que cuando llevaba a Kalatazov a lugares interesantes, festivales, etc., Kalatazov solía observar desde el Cadillac. Debido a su estatura, Kalatazov podía salirse con la suya en muchas ocasiones. Cuando necesitaba miles de soldados para una toma en su película, simplemente llamó a Raúl Castro y cuando tardó más de un año en rodar la película, nadie se lo impidió.

Soy Cuba

Así es como se permitió que Soy Cuba se convirtiera en algo mucho más diferente de lo que cualquiera en Cuba o en la Unión Soviética podría haber predicho. Pero sería demasiado simplista calificarlo como un fracaso. Kalatazov y sus colaboradores fueron capaces de captar algunos aspectos muy importantes de la sociedad cubana. El tema más importante que se establece en la primera mitad de la película es el hilo de explotación que se tejió desde la época colombina hasta la época de Batista. Las primeras líneas pronunciadas por la narradora, la propia Cuba, recuerdan los primeros días tras la llegada de Colón. Recuerda cómo Colón escribió que esta tierra era la más hermosa que había visto y que, aunque al principio ella se alegró mucho, pronto descubrió que su llegada era una pesadilla. Pronto sólo cambiaron el azúcar por las lágrimas.

Inmediatamente después de esta declaración, somos transportados a la azotea de uno de los hoteles más decadentes de La Habana, donde se celebra un concurso de belleza. Una vez más, la belleza natural de Cuba es explotada para el entretenimiento de extranjeros poderosos. El turismo erótico estadounidense es otra cara del intercambio colombino. Cuando conocemos a nuestra primera protagonista, María, vemos cómo se desarrolla esta dinámica. Su novio, como un vendedor de la calle, vende recursos y ella vende su cuerpo. Los hombres americanos tratan a las mujeres como una pieza de fruta exótica e incluso las piden junto con sus bebidas. Los hombres de negocios estadounidenses y, más tarde, incluso los marineros de la tercera historia, tratan a las mujeres como objetos que tienen derecho a utilizar y degradar.

Es una fachada atractiva y dulce de un colonialismo extremadamente destructivo que no existe en Rusia. Como declara nuestra narradora al reflexionar sobre la belleza tropical de la tierra, a veces se pregunta si la caña de azúcar está regada con sangre. Esta belleza y destrucción se yuxtaponen a menudo. En la segunda historia, el protagonista, un trabajador de la caña de azúcar, es informado por su amenazante terrateniente de que le van a dar un regalo: unas largas vacaciones, ya que la United Fruit Company le va a quitar sus tierras y su casa. Más adelante en la secuencia, quema las tierras después de enviar a sus hijos a festejar con el dinero que le queda. Incendios devastadores y celebraciones en bares. Esto es Cuba. Son casinos y clubes nocturnos, pobreza y destrucción.

Soy Cuba

La idea de Kalatazov de que la Cuba pre-revolucionaria era un país pacífico e idealista que siempre se veía interrumpido por injusticias indecibles suena auténtica. Está consolidada en la historia final del campesino. Se resiste a luchar porque quiere la paz. Vive en una zona hermosa de la Sierra Maestra, ¿qué podría perturbar su calma? Es entonces cuando empiezan a caer las bombas y, por más gritos desesperados que lanza a su mujer para que se calme, siguen cayendo. Cuba es un paraíso que se tambalea al borde de la distopía. Es una imagen astuta y complicada del país, pero no todo lo que Kalatazov rodó fue fiel a esta imagen.

Aunque es una parte visualmente impresionante de la película, la tercera historia parecía mucho más rusa que cubana. En particular, la secuencia en la que nuestro joven revolucionario cubano, Enrique, camina lentamente hacia el amenazante jefe de policía con un ladrillo en la mano mientras sus seguidores son golpeados y regados, se consideró decididamente no cubana. El paseo lento y desafiante faltaba la pasión inherente al temperamento cubano. Esta secuencia puede haberse inspirado en protestas reales, pero adoptó un estilo totalmente soviético. Kalatazov copió y pegó noticiarios reales y coreografió una protesta melodramática y casi perfecta en la que la fuerza de la multitud unida puede superar cualquier sistema desigual. Es un retablo social realista torpemente trasladado a La Habana. Este melodrama y esta exageración motivaron a Kalatazov, sobre todo cuando vio los restos capitalistas de La Habana que hacía tiempo que no existían en Moscú. Por eso, las secuencias de clubes nocturnos y hoteles de la primera mitad son mareantes y delirantes. No se parece como Cuba ni a ningún lugar. Es un festín visual, pero a veces es difícil de entender.

Soy Cuba

Pero es esta combinación de melodrama ruso e historia cubana la que crea algo que es más grande que ambos países. Aquí nació un nuevo cine que no se había visto en ninguno de los dos países. Gracias al director de fotografía, Sergey Urusevsky, el mundo recibió algunas de las tomas de grúa más inventivas de la historia. En el funeral del estudiante revolucionario mártir, Enrique, la cámara se desplaza desde la procesión hasta los tejados donde la gente arroja flores. Luego, la cámara se desplaza a un lado y mira en una fábrica de cigarros donde los trabajadores han dejado lo que estaban haciendo para colocar una bandera cubana sobre la ventana. En un plano continuo, Urusevsky eleva este trágico final y ofrece un diálogo directo con uno de los primeros planos de la película. Cuando se nos presenta la Habana hedonista de Batista, se desciende desde los tejados hasta una piscina. El primer plano muestra lo solitario que es el descenso al capitalismo, incluso cuando está rodeado de fiestas divertidas, y el segundo muestra cómo el poder de un grupo unido puede levantar el ánimo incluso en los momentos más difíciles. Es brillante tanto técnica como dramáticamente.

Su otra gran contribución es el incómodo gran angular convexo que hace que todos los rostros no parezcan reales pero extraños. En las escenas pre-revolucionarias, especialmente, muestra cómo, incluso en los tiempos felices, no todo está bien. Cuando nuestro cultivador de caña de azúcar obtiene la mejor cosecha de su vida y vemos a él y a sus hijos cortándola desde este extraño punto de vista, sabemos que algo no va bien. El uso de la cámara en mano de Urusevsky inspiró a Jorge Herrera, el director de fotografía del clásico cubano Lucía e incluso a las películas del Cinema Novo brasileño. La cámara en mano se convirtió en algo esencial para el cine revolucionario. Aparte de estas ideas y técnicas inspiradoras, la película también dejó herramientas prácticas. Dejaron su cinta infrarroja aportada por los militares soviéticos, que proporcionaba contrastes muy marcados entre blancos y negros, sobre todo en las tomas de paisajes, además de las cámaras y grúas que utilizarían muchos directores prominentes del ICAIC, como Tomás Gutiérrez Alea. Incluso sirvió como una especie de escuela de actuación para Sergio Corrieri, quien llegaría a protagonizar la mejor película de Gutiérrez Alea, Memorias del Subdesarrollo.

Soy Cuba

Aunque cuando se estrenó la película no era decididamente cubana, con el tiempo se convirtió en cubana. Se volvió como una parte integral e influyente de su historia cinematográfica aunque no se dieran cuenta. Lo hizo sin ningún reconocimiento durante años. Kalatazov, Urusevsky y Friedman, murieron mucho antes de que fuera revalorizada y, debido al embargo, muchos de los miembros del equipo y los actores cubanos se enteraron tarde de lo apreciada que se había vuelto en Occidente. Aun así, consiguió dejar su huella y sobrevivir a la amistad cubano-soviética y convertirse en algo más, a pesar de su título polémico.

One response to “¿Soy Cuba? La Historia de la Única Coproducción Cubano-Soviética”

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

%d bloggers like this: